La Crisis Económica y La Responsabilidad de la Empresa

El capitalismo moderno genera concentración de riqueza y poder a nivel planetario, de la mano de las grandes corporaciones, las que por lo tanto, tienen responsabilidad en la crisis económica global.

Introducción

La crisis económica mundial se desató en el 2008, pero ya se venía gestando. “Las primordiales amenazas para nuestra supervivencia, tanto de nuestras organizaciones como de nuestras sociedades, no vienen de hecho repentinos sino de procesos lentos y graduales” (Senge, 1992, 33).

“Para aprender a ver procesos lentos y graduales tenemos que aminorar nuestro ritmo frenético y prestar atención no sólo a lo evidente, sino a lo sutil” (Senge, 1992, 35). Pero ¿Quién lo hace?

Charles Handy (2002) expresaba que tenía la esperanza que se pudiera hacer algo contra los fallos del capitalismo, aunque no era ciertamente optimista y expresaba que el capitalismo no era igual en todo el mundo y una de las preguntas que se hacía era si las diferencias que tenía el sistema capitalista según sea el país que se analice iban a permanecer o si una rama del capitalismo, la estadounidense, llegará a ser tan poderosa que aplastará al resto. “Si es así ¿enriquecerá a los pobres del mundo o los empobrecerá aun más? ¿Puede llegar a ahogarlos como individuos, distorsionando nuestros valores y prioridades o es, como algunos pretenden, el único camino hacia la libertad? ¿Son libertad e igualdad reconciliables o necesitamos que intervenga la fraternidad, esa trinidad francesa de virtudes que la sociedad encuentra tan huidiza? (Handy, 2002, 156).

A luz de los acontecimientos, queda claro que la preocupación de Handy era más que razonable, en 2008 comenzó justamente en Estados Unidos una crisis que arrastró a los países desarrollados y trajo graves consecuencias no sólo para esos países, sino para el mundo entero.

De acuerdo con Kliksberg (2011, 33), la crisis comenzó siendo financiera, se transformó rápidamente en macroeconómica, y ahora es ya una crisis humanitaria. La población con hambre subió a 1.020 millones, y 400.000 niños perecieron en un año por causas evitables ligadas al aumento de la pobreza, señala el autor. A esto habría que sumarle otras consecuencias tales como la cantidad de empresas que dejaron de funcionar, las que se tuvieron que reestructurar, dejando miles de personas sin empleo.

Cabe hacerse una pregunta ¿en qué falló el sistema capitalista?

El sistema capitalista

Al prestarle atención a la crisis económica mundial, no se puede dejar de lado al capitalismo como sistema económico predominante en el mundo y a la globalización.  El capitalismo preconiza que los recursos deben estar en manos de las empresas y personas particulares. De esta forma, a los particulares se les facilita el uso, empleo y control de los recursos que utilicen en sus labores productivas. Como consecuencia de lo anterior, los particulares podrán utilizar los recursos como mejor les parezca.

El gobierno en una economía capitalista pura está reducido a su mínima expresión. Sólo se encarga del ordenamiento jurídico que garantice ciertas libertades civiles, el control de la seguridad por medio de las fuerzas armadas en conjunto con la policía, y la implantación de políticas indispensables para el funcionamiento de los mercados y el respeto de la propiedad privada. Su presencia en la economía perturba, supuestamente, el funcionamiento de ésta.

Bajo el sistema capitalista, grandes empresas y unas pocas personas acaudaladas controlan en forma creciente la mayor parte de la propiedad, incluyendo los activos capitales (terrenos, fábricas, dinero, acciones de la bolsa, bonos) y las decisiones económicas. El poder económico de las grandes corporaciones y la concentración de la riqueza personal en el mundo respaldan esta afirmación.

Un estudio presentado por Joan-Eugeni Sánchez en un coloquio en la Universidad de Barcelona en 2008, revela que el conjunto de las 500 mayores empresas multinacionales ofrece unos volúmenes de movilización directa de recursos y de trabajadores de una extraordinaria y creciente magnitud. (ver información estadística)

Los ingresos conjuntos que alcanzan en un año son superiores al PIB de todo conjunto de la UE o de los Estados Unidos. Con relación al conjunto del PIB mundial, a partir de los datos que suministra el FMI, vemos que se incrementa a lo largo de estos años, pasando de representar el equivalente del 38 por ciento al 43 por ciento entre 1996 y 2006.

Si bien esta comparación tiende a exagerar la importancia de las grandes empresas, representadas por su facturación y no por su valor agregado, brinda de todos modos una clara idea de su poder económico en el mundo. Por eso, para lograr una composición de lugar hemos incluido el PIB anual de los mayores países productores.

  

Información estadística

 En 2006 daban empleo directo a casi 53 millones de trabajadores, lo que representa una media de ocupación que supera los 100.000 empleos directos para cada una de estas empresas.

  • El poder de las 500 mayores empresas mundiales se acrecienta en términos absolutos: incrementa su volumen de empleo en un 49 por ciento, de los ingresos en un 83 por ciento y, sobre todo, de los beneficios en un 278 por ciento.
  •  En número de empresas, Europa aumenta su presencia de 34,2 por ciento a 35,6 por ciento. EEUU mantienen sus posiciones (32,4 por ciento) y aumentó Canadá, del 1,2 por ciento al 3,2 por ciento.
  • El Sudeste asiático en su conjunto pierde volumen (29,4% a 24%) pero con un cambio importante en la distribución interna, dada la pérdida de presencia de Japón, que pasa del 25,2 por ciento al 13 por ciento. El resto del Sudeste asiático en su conjunto es la zona de mayor crecimiento del 4,2 por ciento a 10,6 por ciento.
  • En este incremento destaca la mayor presencia de China del 1 por ciento al 4,8 por ciento.
  • El resto del mundo mantiene una presencia marginal, pero pasa del 2,8 por ciento al 4,8 por ciento
  • De los países que han dado en asociarse bajo el acrónimo BRIC, como sinónimo de nuevos países con expectativas de fuerte potencial de crecimiento, solo China está penetrando significativamente entre las empresas dominantes.
  • Derivado de ello, y considerando que éste ha sido un periodo en el que se ha extendido la externalización en la organización empresarial, podemos presuponer una multiplicación de poder indirecto por esta vía. Podríamos situar en unos 150 millones de personas las ocupadas por estas 500 empresas: directamente 53 millones y unos 100 millones indirectos o externalizados.
  • Junto a ello podemos considerar el poder derivado de la capacidad de compra y de la incidencia en los procesos de comercialización por parte de las actividades comerciales en sentido estricto. Y también el papel vinculado a su función como intermediarios y gestores de los recursos de capital circulantes en los mercados financieros.
  • Territorialmente se aprecia una tendencia, más que un cambio, a la incorporación del Sudeste asiático, resultado de la transferencia de peso de Japón hacia China, con una presencia estable de Corea del sur.
  • Por su parte, Estados Unidos y Europa habían mantenido y hasta aumentado su presencia. Cabe consignar que los datos corresponden a 2006, es decir, anteriores a la crisis.
  • El 2% de adultos más adinerados en el mundo posee más de la mitad la riqueza familiar mundial según un nuevo estudio publicado por el Instituto Mundial para Investigación del Desarrollo Económico.
  • El estudio más exhaustivo de la riqueza personal informa también que el 1% de los adultos más adinerados solo poseía el 40 % de los activos mundiales en el 2000, y el 10% de adultos más adinerados acreditaba un 85% del total mundial. En contraste, la mitad de la población adulta en el mundo poseía escasamente 1 % de la riqueza mundial.
  • El promedio de riqueza aumentó a $144,000 por persona en Estados Unidos en el 2000, y a $181,000 en Japón. En el extremo inferior entre los países con datos de riqueza se encuentran la India, con un activo de $1,100 per cápita, Indonesia con $1,400 per cápita. Los niveles de riqueza varían ampliamente a través de los países. Incluso dentro del grupo de naciones OCDE con altos ingresos, los montos oscilan desde $37,000 por persona para Nueva Zelanda y $70,000 para Dinamarca y $127,000 para el Reino Unido.
  • La riqueza está fuertemente concentrada en Norte América, Europa y países del Asia Pacífico con altos ingresos. La gente en estos países retiene en masa casi un 90 % de la riqueza total del mundo. Aunque Norte América solamente tiene el 6 % de la población adulta en el mundo, da cuenta del 34 % de la riqueza familiar. Europa y países del Asia Pacífico con altos ingresos también poseen cantidades desproporcionadas de riqueza. En contraste, la porción total de la riqueza poseída por gente de África, China, e India, y otros países con menores ingresos en Asia es considerablemente menor que la porción de su población.
  • De acuerdo al estudio, gran parte de los individuos adinerados en el mundo  viven en Norte América, Europa, y países ricos de Asia Pacífico.

Estamos entonces ante un sistema capitalista con alta concentración del poder económico en pocos gobiernos, empresas y personas, cuyas decisiones tienen un impacto significativo sobre la vida económica y social de muchos millones de personas en un mundo globalizado

Responsabilidad y ética de la gerencia

Los malos desempeños de la empresa y incluso su quiebra se deben a la incompetencia gerencial (Sallenave, 1985, 58), es decir, debido a su incapacidad técnica de gestión. Kliksberg (2011, 34, 35, 36) se refiere por su parte a las deficiencias en el gobierno corporativo, especialmente, a la falla en la ética corporativa.

A lo expresado por Sallenave y Kliksberg, agrego que muchas de las decisiones de la alta gerencia, están influenciadas por el interés personal, con fuerte influencia del ego, y por los resultados de corto plazo. La siguiente situación ilustra sobre la incidencia de estos aspectos.

En un artículo aparecido en la revista de Harvard de abril 2011, cuyo título era “Por qué fracasó Blockbuster” Carl Icahn, principal accionista de la empresa explica “Blockbuster resultó ser la peor inversión de mi vida. Fracasó debido al exceso y a los cambios en el sector”. Hasta aquí habla de una incompetencia gerencial técnica, pero continua “Hasta hoy no sé que habría pasado, si hubiésemos evitado la tremenda pelea sobre el bono de Antioco (CEO de la empresa) y él hubiera seguido impulsando el crecimiento de Total Access. Quizás las cosas hubiesen resultado distintas”. Es decir que, más allá de la mala estrategia de negocio, se sumó una pelea feroz por el bono que los accionistas querían reducir y el CEO no aceptaba, hecho que terminó con la desvinculación del CEO. Tiempo después Blockbuster se declaró en quiebra.

Herbert Simon, premio Nobel de Economía en 1978, escribió “Una buena novela o biografía de negocios no es sobre negocios. Es sobre amor, odio, orgullo, arte, envidia, camaradería, ambición, placer. Estos han sido y seguirán siendo las motivaciones centrales del hombre”

Podemos deducir que, en un mundo donde el poder económico está concentrado, la preocupación de las empresas por obtener ganancias rápidamente, más las fallas en la ética de quienes tuvieron la responsabilidad de dirección, aunado a la falta de control o complacencia de los gobiernos, contribuyeron en mucho al origen de la crisis económica.

Que exista una alta concentración económica o que algunos administradores hayan tenido un comportamiento reñido con la ética, no implica desconocer la importancia que tiene la empresa privada dentro del sistema capitalista, para el desarrollo económico, el empleo y la sociedad en su conjunto. Millones de empresas -microempresas, pequeñas medianas y grandes empresas- en el mundo se comportan en esencia éticamente, desarrollan nuevos productos útiles para la sociedad y dan empleo.

El nuevo rol de la empresa privada en un sistema capitalista

Los economistas decían que el objetivo de la empresa era la maximización del beneficio. Peter Drucker escribió que el objetivo primordial de la empresa era conseguir y mantener clientes, si embargo, March y Simon, 1961, desarrollaron la teoría del equilibrio de la organización, cuyos postulados centrales son:

  • Una organización es un sistema de comportamientos sociales interrelacionados de un número de personas que llamaremos participantes en la organización
  • Cada participante y cada grupo de participantes, recibe compensaciones de la organización, a cambio de lo cual realiza contribuciones a la organización
  • Cada participante continuará su participación en una organización sólo mientras las compensaciones que se le ofrecen sean iguales o mayores (medidas en términos de su valoración y en términos de las alternativas que se le abren) que las contribuciones que se le piden.
  • Las contribuciones realizadas por los varios grupos de participantes constituyen la fuente de la cual la organización obtiene las compensaciones ofrecidas a los participantes
  • Por lo tanto una organización es solvente y continuará existiendo sólo mientras las contribuciones sean suficientes para producir compensaciones en la medida suficiente para seguir obteniendo esas contribuciones

Los participantes para los autores eran los accionistas, empleados, proveedores y clientes. Más recientemente, Martín Hilb, experto en gobierno corporativo, expresó que las empresas sólo generan éxito duradero si todas sus actividades agregan valor para los accionistas, los clientes, los empleados y la sociedad

Entonces está bien que la empresa tenga como objetivo lograr beneficios, porque también el Estado de esa manera consigue más recursos para cumplir su rol, pero queda claro por lo expresado en el párrafo anterior, que la empresa debe también preocuparse en compensar a todos los participantes, no solamente a sus accionistas y muchas de esas compensaciones no son meramente económicas, aunque obviamente es necesario para todos los participantes, que la empresa obtenga beneficios.

En un reciente artículo aparecido en la revista de Harvard, Michael Porter y Mark Kramer proponen reinventar el capitalismo. Expresaron que las necesidades de la sociedad, y no sólo las necesidades económicas convencionales, son las que definen los mercados, y los males de la sociedad pueden crear costos internos para las empresas.

Los autores proponen la creación de valor compartido, que lo definen como las políticas y prácticas operacionales que mejoran la competitividad de una empresa a la vez que ayudan a mejorar las condiciones económicas y sociales en las comunidades donde opera.

Mencionan que existen muchas formas en las cuales una empresa puede obtener beneficios económicos y abordar problemas de la sociedad. Por ejemplo, cuando se invierte en programas de bienestar, la sociedad se beneficia porque los empleados y sus familias se vuelven más saludables y la firma reduce las ausencias  de los empleados y las pérdidas de productividad. Por ejemplo, para mencionar sólo un par de casos destacados, Johnson & Johnson, al invertir en programas de bienestar para sus empleados, ha ahorrado u$s 250 millones en costos de atención de la salud y Wal Mart, que redujo sus empaques, recortó 160 millones de kilómetros en las rutas de entrega de sus camiones, disminuyendo las emisiones de carbono, ahorró 200 millones.

Bibliografía

  • Peter Senge. La Quinta Disciplina. Granica, 1992
  • Charles Handy. El Elefante y la Pulga. Apóstrofe, 2002
  • Bernardo Kliksberg. Escándalos Éticas. Temas, 2011
  • Jean Paul Sallenave. Gerencia y Planeamiento Estratégico. Norma, 1990
  • John Antioco. Harvard Business Review, Abril 2011
  • James March, Herbert Simon. Teoría de la Organización. Ariel, 1961
  • Michael Porter, Mark Kramer. Harvard Business Review, Enero-Febrero 2011
  • Martín Hilb. Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
  • www.direccióngeneral.org.ar

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